Religiosos y médiums

Fuente: Reflexión de Buena Voluntad extraída del libro “Los muertos no mueren” (2020).
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Clóvis Tavares

Del excelente libro Mediumnidad de los Santos, del escritor brasileño Clóvis Tavares (1915-1984), entre un sinnúmero de casos, destaco este en que se trascriben las palabras del sacerdote y maestro Lorenzo Tardy, biógrafo de Santa Clara de Montefalco (aproximadamente 1268-1308), en la obra Vida de Santa Clara de Montefalco: de la Orden de los Eremitas de San Agustín, publicada en 1881: “Fue del agrado de Dios revelar a Su muy estimada Sierva el estado de muchas almas traspasadas de esta a otra vida”.

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Santa Clara de Montefalco

Comenta Clóvis Tavares: “Clara, muchas veces, tuvo conocimiento del estado espiritual de varias personas, incluso monjas y benefactores del convento que desencarnaban. Anunciaba sus visiones a las hermanas y les pedía las oraciones en favor de esas almas”.

Decir, por lo tanto —muchas veces por desconocimiento e incluso por comodidad o egoísmo—, que nadie vuelve para contar o que no se tiene noticia de los que partieron sería como distorsionar un poco la realidad y restringirla a una contingencia del saber alcanzado en las formas aceptadas hasta entonces. Si la moda actual es el materialismo, eso efectivamente no pasa de una moda. Eterno es el Espíritu, y las innegables evidencias aumentan cada vez más. Algún día, todos lo comprenderán.

Además, el Mundo Espiritual no es un dormitorio. Allí existe franca actividad.

Veamos otro flagrante ejemplo.

Un caso de materialización narrado por un escritor protestante

En mi libro El Sentido de la Pasión en el Final de los Tiempos (1989), trascribí un expresivo fenómeno de materialización de Espíritu, testimoniado por dos Hermanos pastores, cuando se dirigían a una iglesia evangélica para predicar sobre el suceso más importante de la historia del mundo, anunciado por el propio Cristo en Su Evangelio y Apocalipsis —Su Glorioso Regreso a este planeta—: “¡Ya pronto vengo! Y traigo conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno conforme a sus acciones” (Apocalipsis, 22:12).

Paso la palabra a José Nunes Siqueira, autor de Átomos da Paz, de la editorial Casa Publicadora Batista: Dos predicadores del Evangelio se dirigían en auto a una ciudad donde realizarían, por la noche, una conferencia sobre la Segunda Venida de Jesús, y sobre ese tema inspirador conversaban todo el tiempo. En medio del camino, los predicadores perciben que, a un lado (del camino de la carretera), un caballero bien vestido les hacía señas indicando que deseaba que lo llevaran rumbo a la ciudad. Detienen el coche. Al seguir el viaje, continúan con la charla que ya mantenían sobre la conferencia de la noche respecto a la Venida de Jesús. En un determinado momento, el extraño pasajero que había merecido la cortesía cristiana de los predicadores les pregunta: —¿Ustedes van a predicar hoy por la noche sobre la venida de Jesús? —Sí, ¡y ese mensaje de fe y esperanza llena nuestro corazón de profunda felicidad! —Sepan Ustedes que el Regreso de Jesús está mucho más cerca de lo que imaginan—. Ante tales palabras pronunciadas con mucha solemnidad por el extraño caballero, los predicadores, sorprendidos con el mensaje de advertencia que recibían, miraron hacia atrás a fin de conocer mejor el inesperado compañero de viaje, y la sorpresa aumentó, porque no vieron a nadie. El pasajero había desaparecido como por encanto. Los dos predicadores concluyeron que Dios les había enviado un Ángel en forma humana para darles una poderosa advertencia sobre la proximidad del Regreso de Jesús. Es innecesario afirmar que los dos predicadores, aquella noche, anunciaron con gran poder el mayor mensaje de esperanza de la Palabra de Dios sobre la Segunda Venida de Jesús para establecer Su reino de paz y justicia entre los hombres. Y muchos fueron los corazones que entonces se entregaron a Jesús. Con aquellos dos predicadores del Evangelio se cumplió lo que está escrito: ‘El Ángel del Señor se sitúa alrededor de los que Lo temen y los libera’”. (Los destaques son míos).

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Djuna

Estos prodigios no ocurren tan solo en esta o aquella creencia. Ellos suceden donde esté el ser humano —que es en esencia Espíritu—, incluso en el área del materialismo ateo. Basta leer la historia o enterarse de las recientes noticias. Por ejemplo, el talento mediúmnico, carismático, paranormal, como lo quieran denominar, de la famosa sensitiva rusa Djuna (1949-2015). Esa fenomenología del Alma, desde que el mundo es mundo, convoca a las personas a meditar sobre la existencia de algo más allá para descubrirse y analizarse con humildad, es decir, sin ideas preconcebidas, que no combinan con la Ciencia, la Filosofía y la Religión. Por encima de todo, la humanidad necesita aprender el mensaje espiritual y la fuerza moral inmanentes del fenómeno.

José de Paiva Netto, Director Presidente de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), es escritor, periodista, conductor de radio, compositor y poeta brasileño. Además, es miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués). Afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). Integra también la Academia de Letras de Brasil Central. Es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.