Mecanismo de las Concesiones Celestiales

Fuente: Reflexión de Buena Voluntad extraída del libro “Tesoros del Alma”, 2018.

Cumplamos bien nuestra misión prometida a Jesús antes de reencarnar y tendremos siempre Su protección, por peor que sea la difícil contingencia momentánea. El mal puede, a veces, —¿cómo decir?— asustar. Sin embargo, solo el Bien es eterno, porque es Dios. Conforme aprendemos en este axioma:

—Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.

Nasa

No obstante, como el Padre Celestial ampara a todos, por una extensión de la Sabiduría Divina, que aún ignoramos en toda su amplitud, más adecuado sería exclamar:

—¡Dios ayuda a quienes MEJOR se ayudan!

Claro que no de forma egoísta. El egocéntrico puede valerse de esa idea y aplicarla a sus intereses más mezquinos, indisponiéndose, así, contra el Mecanismo de las Concesiones Celestiales. La Ley de Dios no se deja seducir e inevitablemente concede “a cada uno de acuerdo con sus propias obras”, como nos enseña Jesús (Evangelio, según San Mateo, 16:27).

José de Paiva Netto (1941-2025), escritor, periodista, conductor de radio, educador, compositor y poeta, Presidente de Honor y Consolidador de la Legión de la Buena Voluntad (LBV) y Líder Espiritual de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo. Fue miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués), afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). También integró la Academia de Letras de Brasil Central. Fue un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno. Resumiendo, la constante matemática que armoniza la ecuación de la existencia espiritual, moral, mental y humana. Ahora bien, sin la comprensión de que existimos en dos planos, por lo tanto, no únicamente en el físico, es difícil que alcancemos la Sociedad realmente Solidaria Altruista Ecuménica, porque continuaremos ignorando que el conocimiento de la Espiritualidad Superior eleva el carácter de los seres humanos y, consecuentemente, los dirige hacia la construcción de la Ciudadanía Planetaria”.