La creencia en la vida después de la muerte
Es importante observar los estimulantes estudios y análisis sobre la creencia de los individuos en la continuación de la existencia más allá del fenómeno de la muerte. En un amplio sondeo efectuado por el Instituto Ipsos, una de las mayores empresas de investigación del mundo, realizado entre los días 7 y 23 de septiembre del 2010, con un total de 18 531 participantes de todo el planeta, se verificó que el 51 % de la población mundial creía que hay alguna forma de vida después de la muerte del cuerpo, el 26 % afirmó que no sabe qué sucede y el 23 % consideró que uno simplemente deja de existir.
El Roper Center for Public Opinion Research (Centro Roper para la Investigación de Opinión Pública) buscó en sus archivos las respuestas del público norteamericano para varias encuestas sobre ese tema, realizadas por diversos institutos a lo largo del tiempo. Se puso de manifiesto que el promedio se mantuvo muy estable durante décadas: en 1994, el 76 % afirmó creer que había vida después de la muerte, resultado similar al del 2014, cuando el 73 % contestó lo mismo.
En Reino Unido un estudio de Theos, que entrevistó a 2060 personas en el 2009, demostró que el 53 % creía en una vida después de la muerte y el 70 % creía en el Alma humana. En Brasil, se concluyó un estudio en el 2017, realizado por el Programa de Salud, Espiritualidad y Religiosidad (ProSER), de la Universidad de São Paulo (USP), bajo la coordinación del Dr. Mário Peres, médico y neurólogo brasileño, hijo de mis apreciados amigos Maria Júlia y Ney Prieto Peres, pioneros en la investigación de la Espiritualidad en Brasil, que tuve el honor de recibir en el ParlaMundi de la Legión de la Buena Voluntad, en Brasília/DF, para una conferencia en el Foro Mundial Espíritu y Ciencia, de la LBV. En el sondeo del ProSER, cerca de 1000 brasileños de todas las regiones del país
fueron entrevistados sobre el tema de la vida después de la muerte, y se obtuvieron interesantes resultados: el 51 % creía en la inmortalidad; el 48 % creía en la vida después de la muerte; el 27 % creía que los muertos pueden comunicarse. Además de estos números, el 47 % creía en la reencarnación y en este grupo de personas hay ateos y agnósticos. Más información relevante: el 77 % afirmó que ya había recibido alguna intuición; el 70 % dijo que había tenido sueños premonitorios por lo menos una vez en la vida; el 51 % sintió presencias espirituales; el 41 % vio algún Espíritu; el 31 % escuchó voces; y el 30 % tuvo la experiencia de recordar alguna memoria de vidas pasadas.
El Dr. Mário Peres enfatiza que esos índices son mucho mayores que la tasa de prevalencia de esquizofrenia en la población, tanto brasileña como mundial, que es del 0,5 %. Por lo tanto, la sensitividad no está asociada a una patología o a un trastorno mental. En una entrevista al programa Conexión Jesús — El Ecumenismo Divino, de la Super Red Buena Voluntad de Comunicación (radio, televisión, Internet y publicaciones), él explicó los datos obtenidos:
—Esta debe ser una experiencia humana que ocurre en el marco de la normalidad. Las personas se guían por sus intuiciones —tal vez tengan una sensación o un sentimiento diferente— y las ponen en la denominación de la percepción, utilizando esa habilidad para tomar decisiones, independientemente de ser o no religiosas. Hay criterios y cuestiones que se plantean para diferenciar un fenómeno visual o auditivo relacionado con un brote psicótico o esquizofrénico, de una experiencia religiosa, espiritual, de un contexto de normalidad.
Con esa muestra de investigaciones, ¿qué podemos inferir? Este es un tema para debatir e investigar de forma continua y amplia, sin ideas preconcebidas, como lo han hecho investigadores de vanguardia en los más diversos campos del saber. Hay que tener coraje para enfrentar el status quo, en general materialista, y desarrollar un número todavía mayor de métodos, técnicas y tecnologías para estudiar, en profundidad, un tema tan presente en la vida de todos, en las más diversas culturas y naciones.
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