Seres humanos de Paz

Fuente: Jornal de Brasília, edición del 2 de octubre de 2012, martes. | Actualizado en 2017.
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San Francisco de Asís, Gandhi, Allan Kardec

Por la relevancia de las contribuciones que dieron a los pueblos, vuelvo a hablarles sobre tres significativas figuras de la Humanidad, que recordamos al inicio de octubre: Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948), día 2; Hippolyte Léon Denizard Rivail, más conocido como Allan Kardec (1804-1869), día 3; y San Francisco de Asís (1181-1226), Il poverello, día 4. Este último, patrono de la Legión de la Buena Voluntad (LBV). Cada uno, en su tiempo y campo de trabajo, supo actuar con intensidad en pro de la Paz. Gandhi, abogado indio, lideró la liberación de su pueblo, predicando la no violencia; Kardec, pedagogo francés, codificó la ciencia de los Espíritus al raciocinio humano; San Francisco de Asís, joven idealista italiano, compartió el amor universal con todos los reinos de la Naturaleza.

Ellos representan mucho de lo que el mundo tanto carece: perseverancia diplomática en el bien general, espiritualidad superior en las acciones diarias y caridad integral que respeta y ampara indistintamente. Aprendamos sus lecciones.

José de Paiva Netto, Director Presidente de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), es escritor, periodista, conductor de radio, compositor y poeta brasileño. Además, es miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués). Afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). Integra también la Academia de Letras de Brasil Central. Es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.