Jesús y Su Triunfal Victoria sobre la muerte
¡Semana Santa! Inspiradora fecha para exaltar la gran victoria de Jesús sobre el último enemigo que será vencido por los seres humanos: la muerte. Entonces, les pido permiso para traerles un fragmento de mi obra Los muertos no mueren. En la apertura, pregunto:
¿Y por qué escribo sobre Jesús y Su Gobierno Invisible ya al inicio de esta obra? El motivo es muy simple: de Él y de Sus enseñanzas universales nace la inspiración para que fomentemos el productivo debate de un tema tan fundamental como fascinante.
Por ello, con inmensa alegría, fui a buscar una página que redacté en Santa Maria de Arnoso, Lugar de Lages, Portugal, el 15 de abril de 2001, un domingo de la Resurrección de Jesús y de Su Triunfal Victoria sobre los imposibles. Vamos al texto:
Cuando el Divino Maestro derrotó a la muerte, es decir, la única fatalidad en este mundo, porque todo lo demás se puede superar materialmente, Sus Apóstoles y Discípulos se revistieron de un poder y un coraje que los llevó a propagar las enseñanzas del Sublime Resucitado por todas partes. No me refiero solamente a aquella generación contemporánea del Excelso Pastor, sino también a las que se sucedieron. La Resurrección del Cristo es un punto de inflexión en la historia del planeta. Si hoy defendemos, una vez más, lo que Él predicó, eso se debe al esfuerzo de multitudes diseminadas por todas las áreas del saber espiritual-humano, pertenecientes a las muchas corrientes del pensamiento. Estos seres luminosos, durante milenios, no dejaron en el olvido las memorables lecciones de humanidad y de Espiritualidad Ecuménica vividas por Él, testimoniándolas de las más diferentes formas, conscientes o no de este hecho.
Alziro Zarur
Alziro Zarur (1914-1979), inolvidable fundador de la Legión de la Buena Voluntad y proclamador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, en sus famosos discursos didácticos subrayaba: “Si Jesús no hubiese resucitado, no habría Cristianismo”.
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