No es suficiente solo instruir

Fuente: reflexión de Buena Voluntad extraída del libro “Jesús y la Ciudadanía del Espíritu”, de octubre de 2019.

La instrucción del intelecto no es suficiente para formar al verdadero ciudadano del tercer milenio, que tiene... mil años para desarrollar una nueva Era Espiritual Civilizada. El cerebro debe estar unido al corazón. El propio Sabio de los Milenios, Jesús, en Su Santo Evangelio, según San Mateo, 11:25, nos exhorta a buscar la humildad intelectual para que alcancemos el elevado Conocimiento que desciende de las Alturas“Te alabo, Padre, porque estas cosas las escondiste de los sabios y de los doctores del mundo, y las revelaste a los pequeños”.

Tela: Rafael Sanzio (1483-1520)
Reprodução BV

Es decir, a los Simples de Corazón presentes en las creencias, en las academias del saber humano o en la escuela de la vida cotidiana.

Con esto, el pensamiento de las personas se pautará por el equilibrio. La nobleza de carácter será la marca de los seres humanos.

El Buda enseñaba: “Lo que somos es una consecuencia de lo que pensamos”.

José de Paiva Netto (1941-2025), escritor, periodista, conductor de radio, educador, compositor y poeta, Presidente de Honor y Consolidador de la Legión de la Buena Voluntad (LBV) y Líder Espiritual de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo. Fue miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués), afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). También integró la Academia de Letras de Brasil Central. Fue un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno. Resumiendo, la constante matemática que armoniza la ecuación de la existencia espiritual, moral, mental y humana. Ahora bien, sin la comprensión de que existimos en dos planos, por lo tanto, no únicamente en el físico, es difícil que alcancemos la Sociedad realmente Solidaria Altruista Ecuménica, porque continuaremos ignorando que el conocimiento de la Espiritualidad Superior eleva el carácter de los seres humanos y, consecuentemente, los dirige hacia la construcción de la Ciudadanía Planetaria”.