Manifiesto de la Buena Voluntad (IV)

La Democracia religiosa — Zarur, su precursor

El Parlamento Mundial de la Fraternidad Ecuménica nace con el sello de la Democracia, pero no de la Democracia meramente electoral, partidaria. Hablamos de una Democracia en armonía con Leyes Universales, Divinas que rigen la vida deI Hombre en la Tierra. Se trata de un cuarto camino para sustituir definitivamente el Capitalismo y el Comunismo que son dos ateísmos superados y también para iluminar la Ilamada Democracia Cristiana que no alcanza las alturas crísticas* de la Política de Dios: que es la Política para el Hombre y para el Espíritu del Hombre.

La Democracia es el régimen de la responsabilidad. Odiar no es democrático. Desde 1949, Zarur preconizaba que "Brasil precisa, ahora más que nunca, la unión de todos sus hijos".

Predicamos no solamente la democracia en la Política, sino también en todas las áreas de la vida humana, en especial en la Religión que debe estar a la vanguardia como siempre hemos declarado. Zarur solía decir que "el mayor criminal del mundo es el que predica el odio en nombre de Dios". Y más, que "gobernar es enseñar a cada uno a gobernarse a sí mismo".

El Amor es la inteligencia de DIOS

La Democracia Religiosa, que se opone diametralmente a todos los fanatismos, es la esencia del Ecumenismo Sin Restricciones, tesis pionera de la Legión de la Buena Voluntad, apoyada por todos los representantes religiosos de mente abierta que no quieren perder el tren de la historia, pues el Ecumenismo Sin Restricciones es determinismo divino irreversible. Pues dicho determinismo singulariza la Fraternidad en su sentido más profundo y más amplio. Será adoptado por todas las religiones, pues el Amor es la inteligencia de DIOS. ¡Quien viva, lo verá!

Cuando hablamos de la unión de todos por el bien de todos, algunos pueden tener miedo, pensando en la capitulación de sus puntos de vista en la enfadosa planicie de una unión despersonalizada, o de un automatismo humano deplorable. No es nada de esto. En la Democracia Divina, todos tienen el deber de expresar de manera civilizada sus ideas, su manera de ver las cosas. Mientras tanto, nadie tiene el derecho de odiar con el pretexto de pensar diferente. Ya decía Gandhi que "divergencia de opinión no debe ser jamás motivo de hostilidad". Y fue por pensar así que El Mahatma se transformó en el libertador de su pueblo. El deber del ciudadano de expresar de manera civilizada su punto de vista no significa que, para estar en vigor la Democracia, tenga él que ser el vencedor. Al contrario, democrático es saber convivir también con la derrota. Quien no acepta esto no sabe lo que es Democracia. Además ¿¡qué es la derrota!?

No se hace una buena alimentación con una sola sustancia. Nadie aguanta comer: sólo arroz , sólo frijoles, sólo harina de maíz... Es en la mezcla de todo que se forma aquel alimento que mantiene con dignidad al cuerpo vivo. Pues es en esta gama de opiniones diferentes, pero de sentimientos unidos, solidarios, y comprendiendo que todos somos Hemanos, que está la sustancia moral y espiritual que levanta una Patria, dentro de la verdadera Democracia. Y es bueno siempre repetir que la Democracia es el régimen de la responsabilidad. Sepamos, pues, vivir la unidad en la diversidad, para vencer la adversidad juntos. Sin ilusiones, mirando el mundo de frente. ¡Cara a cara!

AI proclamar la Buena Voluntad como acto de la verdadera Política, la LBV asume definitivamente su posición de vanguardia.

La Vida es eterna, por esto es necesario que la Política no se extienda sólo al Hombre material, sino también a su Espíritu. La Política debe ser ejercida con dedicación sacerdotal por todos los segmentos de la sociedad.

*Crístico: neologismo de Alziro Zarur, Fundador de la LBV, que significa perteneciente o derivado de El Cristo o de sus ensenãnzas; manifestando las cualidades o el Espíritu de El Cristo elevados a la Divina Potencia.

(continúa)

 

José de Paiva Netto, Director Presidente de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), es escritor, periodista, conductor de radio, compositor y poeta brasileño. Además, es miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués). Afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). Integra también la Academia de Letras de Brasil Central. Es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.