La Ciencia llegará al Espíritu

Fuente: Reflexión de Buena Voluntad extraída del libro “Los muertos no mueren” (2020).

Espíritu es Ciencia. En el Jornal de Brasília, del 20 de junio de 1991, escribí que llegará el tiempo en que todos lo tendrán en cuenta. Los investigadores ya están llegando a esa conclusión; como lo dijimos: lo que la Religión intuye, algún día, la Ciencia lo comprobará en el laboratorio. (En el área científica, como tantas veces ya lo he afirmado, no puede haber convicciones pétreas ni tampoco negaciones sin remisión). Ciencia sin Religión se puede convertir en sequedad del Alma. Religión sin Ciencia puede llevar al fanatismo. Por ello, en la época ideal que todos deseamos ver surgir en el horizonte de la historia, la Ciencia (cerebro, mente), iluminada por el Amor (Religión, corazón fraterno), elevará al ser humano a la conquista de la Verdad.

ESA/Hubble & NASA, Acknowledgement: Sarajedini et al

Así como hubo un acelerado progreso material este siglo XX (estábamos en 1991) —rápidamente pasamos de la carreta al cohete interplanetario—, lo mismo ocurrirá en el ámbito del sentimiento (Espíritu), de modo que se establezca un mundo más apreciable.

Según lo expresaba el poeta y periodista Alziro Zarur (1914-1979):

Alcanzar el equilibrio es la meta suprema. El Bien nunca será vencido por el mal.

Tal equilibrio vendrá cuando el ser humano, por el Amor o el Dolor, comprenda que es necesario aliar la inteligencia del cerebro a la del corazón. De cualquier forma, la humanidad siempre evoluciona... ¿¡O será que, materialmente hablando, todavía estamos en la época de las cavernas!?... ¡Es evidente que no! Pero el progreso también se dará en el campo espiritual-moral, y creo que más por el efecto del Maestro Dolor, que, por cierto, es la liberación del Alma.

Espíritu y laboratorio

Todavía sobre el concepto de lo que sea el Espíritu, siempre intentando fomentar el tema, publiqué en los medios de comunicación, durante décadas, un gran número de reflexiones. En una de ellas abordé la tesis del médico norteamericano Stuart Hameroff y del físico británico Sir Roger Penrose, según la cual la conciencia se comprobaría científicamente.

Basándose en una teoría de 1996, sugirieron que el cerebro sería una máquina biológica, con 100 mil millones de neuronas, funcionando como una red de información. Entrevistados por el diario inglés Daily Mail, en octubre de 2012, los investigadores explicaron la teoría cuántica de la conciencia, por la cual las Almas estarían en estructuras denominadas microtúbulos, ubicadas, a su vez, en las células cerebrales. Los mecanismos cuánticos en esos microtúbulos serían, en su opinión, responsables por las experiencias de la conciencia.

Explica el Dr. Hameroff:

—Digamos que el corazón deja de latir, la sangre deja de fluir, los microtúbulos pierden su estado cuántico. La información cuántica en los microtúbulos no se destruye; no puede ser destruida; simplemente se distribuye y se disipa por el universo. Si el paciente es resucitado, revivido, esta información cuántica puede volver a los microtúbulos y el paciente dice: “tuve una experiencia cercana a la muerte”.

Shutterstock

En un artículo científico de 2014, disponible en la publicación Physics of Life Reviews, los mismos autores concluyen:

La conciencia juega un papel intrínseco en el universo. (...) Nuestros puntos de vista de la realidad, del universo, de nosotros mismos dependen de la conciencia. La conciencia define nuestra existencia.

El Espíritu y la mente

Todavía son teorías, pasibles de críticas —naturales de un debate académico—. Pero observamos con satisfacción un creciente interés sobre el tema, cuyo campo de investigación es muy amplio y recibe cada vez más la contribución de gente muy seria. Es necesario en todo momento subrayar que el Espíritu (o el Alma) no se restringe a un producto de la mente carnal, el raciocinio material, aunque el fundamento de su interacción ocurra por intermedio de la increíble maquinaria llamada cerebro. Su juicioso estudio revelará, de alguna forma, tal relación. Estamos tratando de la esencia eterna e inteligente que, mientras está conectada al cuerpo —por medio de un hilo luminoso que se desprende por efecto de la muerte—, anima la vida como la conocemos en el mundo. Salomón, el sabio gobernante, en Eclesiastés, 12:6 y 7, habla de ese “hilo de plata” que, al romperse, lleva el polvo (cuerpo) de vuelta a la tierra de la que vino, y el Espíritu retorna a Dios, que lo concedió. En realidad, como lo repetimos hace décadas, el Espíritu no es una simple proyección de la mente.

José de Paiva Netto, Director Presidente de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), es escritor, periodista, conductor de radio, compositor y poeta brasileño. Además, es miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués). Afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). Integra también la Academia de Letras de Brasil Central. Es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.