La Interminable Esperanza

Hay quienes dicen que “la Esperanza es lo último que muere”. Pero nosotros, en la Religión del Tercer Milenio, ratificamos, con elocuencia, que ¡la Esperanza no se extingue jamás, porque es Jesús, el Cristo Ecuménico, el Sublime Estadista!

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Conforme a lo que registré en el tercer volumen de las Sagradas Directrices Espirituales de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo (1991):

La existencia de la Religión del Amor Universal es la manifestación de la creencia invencible en días mejores, plenos de dignidad para el Espíritu Eterno del ser humano. (...) ¿Desistir del Bien a causa de las adversidades? ¿Por qué? Dejemos las amarguras a un costado, tiremos nuestros complejos a la basura. Si quienes nos antecedieron, y vencieron las peores dificultades que siempre se presentan desafiantes en el camino del progreso, hubiesen capitulado, ¡¿a dónde estaríamos?! En la época de las cavernas. Por ello, no nos desmoronemos. Por el contrario, nuestro deber es no tirar la toalla. De ese modo, los hechos realmente cambian y el milagro que desea se concretiza en un instante: el del trabajo, alimentado por la Fe que Realiza.

José de Paiva Netto, Director Presidente de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), es escritor, periodista, conductor de radio, compositor y poeta brasileño. Además, es miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués). Afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). Integra también la Academia de Letras de Brasil Central. Es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.