Y la discusión continúa...

En el campo de la Ciencia, no puede haber cláusula pétrea. En Sociologia do Universo (Sociología del Universo), desarrollo un poco más el tema.

No se debe negar, per se, la existencia de Dios por el hecho de aún no comprenderLo debidamente. Como Infinita Grandeza, en esencia, necesita ser evaluado en Su real dimensión, del macro al microcosmos, en esferas de espacio y tiempo que solo vislumbramos. Es un buen consejo que busquemos, antes que todo, sentirLo en el Alma. El corazón, en innumerables ocasiones, devela enigmas que a la razón le cuesta llegar con facilidad. Nada se oculta permanentemente a una oración contrita. Ese es un dato científico. Investigadores imparciales investigan sin tabús. El Reino de Dios es Ciencia pura.

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Dijo Jesús, el Cristo Ecuménico, el Divino Estadista, que “no hay nada oculto que no sea revelado, ni encubierto que no pueda ser descubierto” (Evangelio, según San Mateo, 10:26). Incluidos evidentemente los secretos de la Ciencia, por cuanto mucho tiene que examinarse aún. Es como abrir el intelecto para descifrar los “misterios” de la vida.

Tela: Carl Bloch (1834-1890)
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Carl Sagan

Carl Sagan (1934-1996), astrónomo y escritor ateo, viene a nuestro encuentro cuando asegura:

“La ciencia vive corrigiéndose a sí misma. En ella no existen ideas ‘definitivas’: cada concepto está sujeto a los desafíos que representan los nuevos descubrimientos”.

Dr. Stephen Hawking y la mente de Dios

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Stephen Hawking

Reprodução BV

Isaac Newton

Recuerdo también, lo que escribí a los participantes en el I Foro Mundial Espíritu y Ciencia, de la LBV (FMEC), el 18 de octubre de 2000, realizado en el ParlaMundi de la LBV, en Brasília, capital federal de Brasil, en un documento posteriormente enviado a la ONU, respecto al punto de vista de un escéptico, el reconocido Dr. Stephen Hawking. Él ocupó aún joven en la cátedra Isaac Newton como Lucasiano Profesor de Matemática de la Universidad de Cambridge. Es un modelo de persistencia ante los infortunios humanos, a pesar de la seria enfermedad que padece desde la juventud:

La revista Veja, edición No 1430, del 7 de febrero de 1996, en excelente reportaje del periodista Eurípedes Alcântara, titulado “A grande pergunta” (La gran pregunta), publicó:

“Los científicos que se aventuran en la búsqueda de la hipótesis teológica se arman al mismo tiempo de humildad y arrogancia. La primera, necesaria para enfrentar un asunto tan espinoso sin ideas preconcebidas. La segunda, una consecuencia de la creencia de que todo ya se respondió; una exageración, tanto para quien ya descubrió que las dos grandes teorías del siglo, la Relatividad y la Física Quántica, aún no se ajustan perfectamente, como para quien solo se queja de que la Ciencia aún no fue capaz de providenciar la cura del resfriado, para no hablar de molestias más graves. El padre de la moderna cosmología, el inglés Stephen Hawking, al final de un documental de televisión, dice que tal vez un día ‘la humanidad pueda conocer la mente de Dios’. En su compilación de ensayos, Agujeros Negros y Pequeños Universos y otros Ensayos, publicada en 1993, Hawking aclara su relación con la idea del Creador. ‘En mi trabajo nada se dice sobre si Dios existe o no existe, simplemente que Él no es arbitrario. Pero subsiste esta pregunta: ¿por qué se molestó el Universo en existir? Si quiere, puede definir a Dios como respuesta a tal interrogante.

Nuestra capacidad cerebral

Lucian Fagundes

Fernando Lucchese

Tal vez podamos concluir que el Dr. Hawking esté combatiendo al dios que quizás, cuando niño, le enseñaron que existía: el antropomórfico. No obstante, Dios posiblemente no es lo que pensamos con base a lo poco aplicado por nuestra capacidad cerebral, parte discutida por diversos corifeos de la Ciencia. Por cierto, registró el ilustre gaucho Dr. Fernando Lucchese, “en verdad, el potencial de nuestro cerebro es mucho mayor de lo que en la práctica utilizamos. Extraemos de él mucho menos de lo que nos puede dar. En realidad, nuestro cerebro recibe simultáneamente cuatrocientos mil millones de estímulos, pero solo consigue procesar dos mil. Esto es porque nuestros sensores (tacto, olfato, visión, etc.) son muy groseros e insensibles”. Es comprensible, pues, lo que el notable científico Hawking suscitó en la televisión. Quizás, un día, la humanidad pueda conocer la mente de Dios.

Más próximos a Dios

Arquivo LBV

Dante Alighieri

Cierta vez, en uno de mis programas de radio y TV, declaré que el Dr. Stephen Hawking y otros agudos investigadores, culpables de ser no creyentes, probablemente estén mucho más cerca del Supremo Arquitecto del Universo, como los masones llaman al Padre Celestial, que algunos que Lo proclaman pero aún permanecen apartados del Amor que, en el decir de Dante Alighieri (1265-1321), “mueve el Sol y otras estrellas”. Lo que, en el fondo, muchos estudiosos y hombres de Ciencia tal vez no acepten es la idea de un Dios personal y vengativo.

Dios es para ser sentido en Su esencia: el Amor. En el campo de la observación, continúa siendo un instigador desafío. Y esto les hace muy bien a los hombres de pensamiento creador, desde que no quieran ponerse en Su posición. La arrogancia autoritaria está entre los más fatales impedimentos del progreso humano.

José de Paiva Netto, Director Presidente de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), es escritor, periodista, conductor de radio, compositor y poeta brasileño. Además, es miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués). Afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). Integra también la Academia de Letras de Brasil Central. Es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.