Nuevo Mandamiento de Jesús: el aire más puro que respiramos

Fuente: Libro “Paiva Netto y la Proclamación del Nuevo Mandamiento de Jesús – la saga heroica de Alziro Zarur (1914-1979) en la Tierra”, octubre de 2009. | Actualizado en octubre de 2020.

Cuando tenía 18 años, anoté una reflexión que presenté en mis conferencias y charlas a lo largo de las décadas: el Amor no es una expresión torpe del deseo. Se encuentra mucho más allá de los conceptos erróneos terrenales, mientras habita en el ser humano, manteniéndolo moralmente vivo. Como factor inamovible del ser, es un generador de vida. Está en todas partes, es todo. Por lo tanto, aquellos que no aman no pueden considerarse civilizados, si desprecian la Ley de Solidaridad Espiritual, Humana y Social del mayor poder gobernante del planeta, Jesús, Quien dijo: “Ámense como Yo los he amado. Solamente así podrán ser reconocidos como mis discípulos” (Evangelio, según San Juan, 13:34 y 35).

Tela: Gebhard Fugel (1863-1939)

Por lo tanto, la sede del Amor está en el terreno del Espíritu, y no entre las piernas de la mujer y del hombre.

El ser humano —mucho más que sexo, estómago e intelecto— no es el fin. Simboliza en la Tierra el principio de las cosas. El fin es el Espíritu Eterno, que, a su vez, más allá de los límites de este planeta, es el punto de partida de una evolución que nunca cesa. El Amor no es ni viejo ni nuevo. Es eterno, porque es Dios.

Y así como la sangre, que circula por el cuerpo, oxigena y alimenta a las células humanas, el Amor, viajando por los puntos más ocultos de nuestro Espíritu, lo fecundiza y lo vuelve lleno de vida.

Pedro Periotto

De esta manera, terminé la página escrita en 1959, que me inspira a concluir que el aire más puro que respiramos es el Amor del Nuevo Mandamiento de Jesús. Aún más: el alimento que comemos (cuando se hace con afecto y lejos de tóxicos) es el Excelso Amor. Pero si no podemos comer productos libres de toxinas, ese mismo Amor purifica nuestra comida.

 

José de Paiva Netto (1941-2025), escritor, periodista, conductor de radio, educador, compositor y poeta, Presidente de Honor y Consolidador de la Legión de la Buena Voluntad (LBV) y Líder Espiritual de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo. Fue miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués), afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). También integró la Academia de Letras de Brasil Central. Fue un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno. Resumiendo, la constante matemática que armoniza la ecuación de la existencia espiritual, moral, mental y humana. Ahora bien, sin la comprensión de que existimos en dos planos, por lo tanto, no únicamente en el físico, es difícil que alcancemos la Sociedad realmente Solidaria Altruista Ecuménica, porque continuaremos ignorando que el conocimiento de la Espiritualidad Superior eleva el carácter de los seres humanos y, consecuentemente, los dirige hacia la construcción de la Ciudadanía Planetaria”.